Durante un discurso en la Fundación Mediterránea en Córdoba, el presidente argentino Javier Milei generó polémica al asegurar que Raúl Alfonsín, uno de los líderes más emblemáticos de la democracia argentina, fue partidario de un golpe de Estado.
Milei afirmó: “Duhalde y Alfonsín impulsaron un golpe de Estado a De La Rúa”, una declaración que reaviva el debate sobre la historia política reciente del país. El presidente añadió que la figura de Alfonsín ha sido manipulada, señalando que “lo muestran como el padre de la democracia”, pero que sus acciones, como la pesificación de la deuda a Clarín, lo han posicionado como un “héroe” en la narrativa oficial.
Estas afirmaciones han generado reacciones diversas en el ámbito político y social, evidenciando la polarización existente en el país. Las declaraciones de Milei han sido interpretadas por algunos como un intento de reinterpretar la historia reciente de Argentina y cuestionar el legado de líderes que han marcado la transición democrática tras años de dictadura.
El discurso de Milei, en el que también abordó otros temas de actualidad, refleja su estilo confrontativo y su enfoque directo en la política, lo que ha llevado a un intenso debate en los medios y entre los analistas. A medida que su administración avanza, el impacto de sus palabras y decisiones sigue siendo objeto de atención y crítica en la sociedad argentina.
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