
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) presentó la Fase 3 del plan económico lanzado por el Gobierno en diciembre pasado. En esta nueva etapa, el foco está puesto en consolidar la baja de la inflación, normalizar el mercado cambiario y fortalecer la estabilidad financiera del país. ¿Qué significa esto para los argentinos y para las empresas? Acá te lo explicamos de manera simple.
1. Nuevo sistema para el dólar: bandas cambiarias
Desde ahora, el valor del dólar oficial podrá fluctuar libremente dentro de un rango entre $1.000 y $1.400, que se irá ajustando mensualmente un 1% hacia arriba o abajo. Este sistema se llama “bandas cambiarias” y busca dar previsibilidad sin perder flexibilidad.
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Si el dólar se acerca al piso ($1.000), el BCRA comprará dólares.
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Si se acerca al techo ($1.400), el BCRA venderá dólares.
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Dentro de ese rango, el dólar se moverá libremente según la oferta y la demanda.
Este modelo ya se usó en otros países y ayuda a controlar la inflación y evitar saltos bruscos en el tipo de cambio.
2. Fin del cepo: menos restricciones para comprar dólares
Una de las medidas más importantes es la eliminación de restricciones para las personas que quieren comprar dólares. Ya no hay más límite de USD 200 por mes, ni trabas por haber recibido ayudas estatales o trabajar en el sector público.
También se liberan pagos al exterior de empresas, incluyendo importaciones, dividendos y deudas con compañías del extranjero. Además, se eliminó el llamado “dólar blend” (donde parte de los dólares de exportaciones se vendía en el mercado paralelo).
3. Refuerzo de las reservas internacionales
Para respaldar estos cambios, el Gobierno firmó un nuevo acuerdo con el FMI por USD 20.000 millones, de los cuales USD 15.000 millones estarán disponibles en 2025. A esto se suman préstamos de otros organismos internacionales y nuevas líneas con bancos extranjeros. En total, se espera un ingreso de más de USD 23.000 millones en reservas durante este año.
Además, se renovó el swap de monedas con China, que aporta USD 5.000 millones adicionales.
4. Nuevo enfoque monetario: sin emisión para financiar el déficit
Otra clave es que el BCRA ya no emitirá más pesos para financiar el gasto público ni para cubrir intereses de su propia deuda. La política monetaria ahora se centra en controlar la cantidad de dinero en circulación para atacar de raíz el problema de la inflación.
El BCRA controlará cuánto dinero hay en la economía y ajustará sus decisiones trimestralmente, usando un modelo que analiza cómo se comporta la demanda de dinero de los argentinos.
5. Impacto esperado: menos inflación, más inversión y crecimiento
Según el Gobierno, todas estas medidas buscan darle estabilidad a la economía, permitir que el dólar sea más predecible, incentivar el ahorro y la inversión, y facilitar el crecimiento del crédito al sector privado.
El objetivo final: reducir la inflación de forma sostenible y generar las condiciones para un crecimiento económico duradero.
En resumen: se termina el cepo, se flexibiliza el mercado cambiario, se fortalece el Banco Central con nuevas reservas y se deja atrás la emisión para financiar al Estado. Todo esto apunta a bajar la inflación y reactivar la economía.
¿Será suficiente? El tiempo lo dirá, pero lo cierto es que el Gobierno apuesta fuerte por un cambio estructural.
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