
Desde el corazón de Santa Fe, un grupo de ciclistas demuestra que no hay edad ni distancia cuando la meta es ayudar. Seis personas de distintas localidades —Gálvez, San Lorenzo, Capitán Bermúdez, Rosario, Fray Luis Beltrán y Centeno— se unieron en una causa solidaria con destino al Impenetrable Chaqueño. Entre ellas, Ana Bianco, una mujer de 66 años oriunda de Centeno, es el alma visible de esta campaña.
En una emotiva entrevista con Lucas Maidana y Daniel Barzola, conductores del programa radial El Muelle (por Nueva Estrella Medios), Ana compartió detalles del proyecto que lleva como lema: “La unión hace la fuerza”. El grupo se prepara para una nueva edición de su pedaleada solidaria, con fecha prevista para el 21 y 22 de noviembre, rumbo al paraje San Telmo, en el noroeste de Chaco.
“No vamos a cambiarles la vida, pero sí a mejorarles la calidad de vida, que es igual de importante”, dijo Ana con la sencillez que conmueve. Su objetivo es equipar una sala de primeros auxilios en un edificio anexo a una escuela rural, a más de 80 kilómetros de Taco Pozo. Allí no hay ambulancias ni farmacias; los recursos escasean y las distancias se vuelven barreras de acceso a lo más básico: la salud.
Ana no es nueva en esto. Trabajó 25 años como auxiliar de salud, cinco de ellos en salud mental. “Sé lo que significa no tener ni un analgésico cerca”, reflexiona. Hoy, ya jubilada, encontró en la bicicleta no solo una pasión tardía, sino un medio para canalizar su vocación de servicio.
Aunque comenzó a pedalear recién hace 6 años, el entusiasmo la lleva a seguir adelante: “Yo soy la mayor del grupo, pero eso no me frena. Amo lo que hacemos y la gente del Chaco me devolvió más de lo que llevamos”, afirmó.
En su relato, Ana recordó con emoción su experiencia del año pasado, cuando llegaron al paraje El Brasil, a más de 120 km de Taco Pozo. “La gente allá te recibe con el alma. Nos dan más de lo que damos. Es una caricia al espíritu”, dijo.
Este año, el desafío será mayor. Se proponen llevar medicamentos, ropa, insumos médicos, útiles escolares y alimentos no perecederos. Cuentan con un camión para el traslado de las donaciones, pero necesitan que la comunidad colabore con lo que pueda: medicación en buen estado, productos de botiquín, ropa limpia, alimentos, calzado, elementos de higiene.
“Hay medicación que a veces uno guarda sin usar… allá puede ser vital. Todo sirve cuando se da con amor”, insiste Ana. Y agrega: “Lo que para nosotros es poco, para ellos puede ser todo”.
Además de Ana, forman parte de esta red solidaria Mónica (Gálvez), Lorena (San Lorenzo), Aníbal (Capitán Bermúdez), Guillermo (Rosario) y Gladys (Fray Luis Beltrán). Cada uno aporta desde su lugar, sumando kilómetros, voluntad y corazón.
La campaña ya comenzó y se extenderá hasta mediados de noviembre. Durante estos meses, el grupo recorrerá distintos puntos de la provincia participando en encuentros de cicloturismo, donde también difunden la causa y recolectan donaciones.
“Volver a conectar con la vida desde la solidaridad es lo que me mueve”, concluyó Ana, entre risas y emoción. Y no es difícil imaginarla pedaleando con fuerza, con el alma en cada rueda, llevando mucho más que provisiones: llevando esperanza.
¿Querés colaborar?
Podés contactarte con cualquier integrante del grupo o acercar tu donación a los puntos solidarios que se anunciarán :
Porque cuando la voluntad rueda, la ayuda llega más lejos.
Escuchá la entrevista completa:
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