
Una manifestación de taxistas en Rosario se tornó tensa este lunes por la mañana, cuando un grupo de trabajadores del volante se congregó en las inmediaciones de la terminal de ómnibus Mariano Moreno para expresar su rechazo al avance de aplicaciones de transporte como Uber y Didi en la ciudad. La protesta, que comenzó con la quema de neumáticos y un corte de tránsito en la intersección de Cafferata y Santa Fe, escaló rápidamente cuando los manifestantes señalaron y retuvieron a conductores de vehículos que supuestamente utilizaban estas aplicaciones de viajes.
Según informó el programa Cada Día de El Tres, el incidente tuvo lugar alrededor de las 9:00 hs. Los taxistas, autoconvocados en defensa de sus fuentes de trabajo, se concentraron en Castellanos y Córdoba, exigiendo medidas más estrictas contra la competencia que representan Uber y Didi. José Iantosca, representante de la Cámara de Taxis de Rosario, expresó que la situación se había vuelto insostenible: «Estamos pidiendo al ejecutivo municipal y al Concejo que tomen medidas para evitar estos conflictos, porque la situación es cada vez peor. Los pasajeros ya no llegan a las paradas de taxis y esto afecta directamente nuestro trabajo», señaló Iantosca.
El detonante de la protesta fue la falta de trabajo durante el fin de semana, que los taxistas consideraron como un signo del deterioro de su fuente de ingresos. «Este fin de semana no hubo trabajo, cada vez es menos. Y lo que más nos molesta es que algunos coches están cargando pasajeros en nuestras dársenas. Esto nos está afectando gravemente», agregó Iantosca.
La manifestación continuó con el grupo de taxistas dirigiéndose hacia la dársena de la terminal de ómnibus, donde se registraron momentos de tensión. Los manifestantes prendieron fuego neumáticos en la vía pública, lo que generó un caos vehicular en la zona. Mientras tanto, un operativo policial monitoreaba la situación, algo que generó quejas entre los manifestantes, quienes consideraron insuficiente la presencia policial para afrontar el conflicto.
La protesta subió de tono cuando los taxistas identificaron a dos vehículos que, según ellos, eran operados por conductores adheridos a Uber. En ese momento, los trabajadores del volante abordaron y retuvieron a los conductores, exigiendo que los agentes de seguridad presentes fiscalizaran la situación. La tensión aumentó con gritos y empujones, especialmente cuando agentes policiales intervinieron en la escena, lo que provocó el abucheo de los manifestantes. A pesar de la confrontación, los taxistas lograron que se verificaran los documentos de los conductores y finalmente fueron autorizados a continuar su camino.
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