Rosario – Buenos Aires: ¿una megalópolis en construcción?

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Entre Rosario y Buenos Aires surge una megalópolis en crecimiento, con fuerte conexión económica, logística y desafíos urbanos

288 kilómetros por autopista separan Bv. Oroño y Circunvalación en Rosario de Panamericana y General Paz, uno de los ingresos a CABA. Esa traza, la más transitada del país, no solo une dos grandes ciudades: conecta zonas industriales clave, corredores portuarios, y concentra una densidad de vínculos tan intensa que ya se empieza a hablar de megalópolis.

En apenas 300 kilómetros de sur a norte se agrupa la mitad de la población argentina. La franja que va de La Plata hasta Puerto General San Martín ya no puede pensarse como un tramo más: es una región viva, productiva, interconectada… aunque no siempre planificada.

Hace un tiempo, en una conversación radial Héctor Floriani, urbanista y actual director del Ente de Coordinación Metropolitana de Rosario (ECOM), explicó:
«Una megalópolis no es una ciudad continua de escalas descomunales. Lo que sí hay, y por eso se puede aplicar a nuestro caso, es un fenómeno de antropización de una escala vasta donde hay mucho de urbano».

El concepto de megalópolis surgió para nombrar regiones donde las áreas metropolitanas se expanden al punto de formar una red urbana interdependiente. Ya no se trata solo de Rosario y Buenos Aires, sino de un entramado que involucra ciudades intermedias, polos industriales, barrios satélite y una infraestructura cada vez más entrelazada.

A diferencia de otras regiones del mundo —como el corredor BosWash en EE.UU. o Tokio-Yokohama en Japón—, entre Rosario y Buenos Aires todavía hay zonas rurales o de baja densidad. Pero eso no impide el vínculo real y constante: económico, logístico, cultural y humano.

 “El crecimiento alguna vez fue un valor en sí mismo. Hoy, el verdadero valor está en entender que no lo es”, dijo Floriani. Porque crecer sin rumbo también es problema: desigualdad, residuos, colapso urbano, contaminación, inseguridad. Desafíos que no reconocen fronteras municipales.

Pensar en un tren de alta velocidad Rosario-Buenos Aires no debería sonar futurista. Mientras en Chile ya se anunció uno que conectará Santiago con Chillán a 160 km/h, en Argentina seguimos esperando que el ferrocarril acompañe el movimiento real de la región.

Y no es un detalle menor: este corredor concentra uno de los complejos agroexportadores más importantes del mundo. Desde San Lorenzo, Timbúes, Puerto General San Martín y Puerto Rosario, hasta Zárate y el Puerto de Buenos Aires, se articula una red portuaria que mueve gran parte de la economía nacional. Infraestructura, rutas, trenes, aeropuertos: todo forma parte de un sistema que ya se comporta como una unidad.

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