Murciélagos en Derecho: Cómo la UNR y el IBR-Conicet protegen una colonia clave para el control de plagas

COMPARTIR

La Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) se ha convertido en un refugio natural para miles de murciélagos de la especie Tadarida brasiliensis, que cada año, entre noviembre y febrero, ocupan el ático de este histórico edificio. Con más de 100 años de presencia en el lugar, esta colonia se ha convertido en un fenómeno natural que atrae tanto a estudiantes como a especialistas. Sin embargo, detrás de este espectáculo se encuentra un trabajo meticuloso de conservación y control ambiental realizado por un equipo de expertos de la UNR y el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR-Conicet).

Desde hace casi una década, un programa de preservación ha sido clave para proteger a estos mamíferos que juegan un papel esencial en el control de plagas en la ciudad. Especialistas explican que la presencia de estos murciélagos es vital para el ecosistema urbano, pues cada hembra puede consumir hasta 1.000 mosquitos por día, ayudando a mantener bajo control a los insectos que afectan a la población.

El trabajo de investigación sobre esta colonia, que cuenta con la colaboración de la comunidad científica local, también incluye estudios sobre sus migraciones, las cuales aún no están completamente entendidas. Aunque no se sabe con exactitud hacia dónde migran estos murciélagos, se cree que su viaje los lleva a otros países como Uruguay, Brasil, Paraguay, e incluso Bolivia.

Gentileza: Germán Saigo (PCMA)

Para acceder al ático de la Facultad de Derecho, los investigadores siguen estrictos protocolos de seguridad, vistiéndose con trajes especiales y realizando estudios de salud de los animales, los cuales son retirados para ser analizados antes de regresar a su hogar. Uno de los objetivos principales de este esfuerzo es desmitificar los prejuicios que persisten sobre los murciélagos, tales como su supuesta ceguera o comportamiento agresivo. Según los expertos, estos mamíferos no son peligrosos por naturaleza y, por el contrario, juegan un papel crucial en la protección de la salud pública.

Además, se trabaja para controlar la acumulación de guano (excrementos de murciélago) en el ático, ya que puede generar hongos dañinos. Para garantizar un entorno saludable para la colonia y la comunidad educativa, el guano se remueve y se esteriliza, en colaboración con especialistas para su transformación en fertilizante.

Este esfuerzo conjunto de científicos, estudiantes y autoridades universitarias demuestra que la coexistencia con la fauna local es posible y beneficiosa, resaltando el compromiso de la UNR y el IBR-Conicet con la preservación del medio ambiente y el control de plagas en la ciudad de Rosario.

Sé el primero en comentar

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.


*