
Hay historias que parecen escritas para recordarnos que el sueño propio también puede ser colectivo.
Noel de Castro Campos nació en Salta, tiene 26 años y está a punto de convertirse en la primera astronauta argentina en alcanzar el espacio.
Un sueño que está por volverse realidad
Fue seleccionada entre miles de postulantes de todo el mundo para formar parte de Project PoSSUM. Un programa de formación científica del estudio de la atmósfera terrestre, apoyado por organismos como la NASA.
No es todavía una misión espacial, pero es algo casi igual de valioso.
Qué estudia una astronauta del futuro
Noel se está entrenando en bioastronáutica, una rama de la ciencia que investiga cómo reacciona el cuerpo humano en condiciones extremas, como la microgravedad o la falta de oxígeno.
En otras palabras: cómo hacer para que la vida, tal como la conocemos, pueda sostenerse más allá del planeta.
Cuenta que su pasión por el universo viene de chica, aunque por momentos quedó en pausa. “A los 16 o 17 uno no sabe bien qué hacer. Pero más grande volví a retomar esa pasión”, confiesa.
El giro inesperado: de la ingeniería química al espacio
Arrancó estudiando ingeniería química, inspirada por su papá. Pero el camino la llevó a descubrir la ingeniería biomédica, una disciplina que combina ciencia, salud y tecnología.
Se graduó en la Universidad Favaloro y trabajó un año en una clínica de su ciudad natal, donde se especializó en sistemas de soporte de vida: respiradores, máquinas de anestesia, tecnología aplicada a terapia intensiva.
“Llevar todo ese conocimiento al espacio es fundamental —explica— porque los trajes y estaciones espaciales son básicamente sistemas de soporte de vida”. Esa experiencia fue la que la impulsó hacia el universo aeroespacial.
Entrenamiento extremo, y flotar en el aire!
En 2023 viajó a Florida para comenzar el entrenamiento. “El entrenamiento físico es muy exigente. Se requiere mucho trabajo para soportar las condiciones de microgravedad y las fuerzas G”, cuenta.
Ya participó en vuelos de gravedad cero y compartió una experiencia que no parece de este mundo: “Al principio es intenso porque pasás de 4G a ingravidez en segundos, pero después te acostumbrás”.
Qué se viene en su camino
Mientras espera ser asignada a una misión, probablemente a la Estación Espacial Internacional, Noel sigue preparándose. Sabe que los viajes tripulados a Marte están proyectados recién para 2030, pero confía en que su momento va a llegar.
De Salta al cielo ida y vuelta!
Noel no solo mira hacia arriba. También tiene la vista puesta en lo que puede construir acá. Sueña con contribuir al desarrollo de un proyecto espacial argentino, para que cada vez más jóvenes sientan que el futuro no está tan lejos… y que una salteña viajando al espacio puede ser apenas el comienzo.
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