
Acorralado por el avance de las investigaciones y la presión de las denuncias que no cesan de acumularse, el financista rosarino Luis Herrera, acusado de un millonario fraude financiero, se presentó este lunes en la sede de la Policía de Investigaciones (PDI) y quedó detenido junto a sus dos hijos, Ignacio y Diego. La detención se produjo tras nuevos hallazgos en la investigación, que permitieron al fiscal Miguel Moreno solicitar nuevamente la prisión preventiva para los tres imputados por estafa.
La caída de Herrera, dueño de la sociedad de Bolsa Fernández Soljan, sacudió profundamente a la city rosarina a finales de 2021, cuando el financista dejó en la calle a cientos de acreedores, con pérdidas que superan los 30 millones de dólares. Desde entonces, las denuncias por estafa en su contra no han dejado de crecer, y las autoridades lograron descubrir movimientos ilegales de fondos en cuentas en el exterior que no estaban registradas.
Según pudo saber Rosario3 , los fiscales, en colaboración con abogados de la querella, lograron identificar estos movimientos financieros irregulares, lo que impulsó la detención de Herrera y sus hijos. Aunque inicialmente Herrera se mostró dispuesto a colaborar con la justicia, la nueva evidencia fue suficiente para que se emitiera la orden de detención.
El financista, junto a sus hijos, llegó a la PDI acompañados de sus abogados Roberto Falisstoco De Luca y Gustavo Franceschetti. La presentación espontánea de los imputados fue, según sus defensores, una estrategia para demostrar su disposición a colaborar con la justicia, buscando evitar su permanencia en prisión preventiva. En su argumentación, aseguraron que Herrera siempre estuvo a disposición de los tribunales y que no había razones para que quedara detenido mientras avanza el proceso penal.
El jueves 5 de diciembre, el fiscal Miguel Moreno encabezará una nueva audiencia imputativa en el Centro de Justicia Penal, donde se presentarán nuevas acusaciones contra los tres imputados, sumando 150 nuevos hechos de estafa a las más de 300 denuncias previas que ya enfrenta el financista.
Un esquema de fraude financiero
Luis Herrera fue durante años una figura respetada en el ámbito financiero rosarino, y su sociedad de Bolsa, Fernández Soljan, tenía una reputación consolidada en el mercado. Sin embargo, todo cambió a finales de 2021, cuando el financista no pudo hacer frente a los compromisos con sus clientes y declaró el default.
Según las autoridades, Herrera operaba con un esquema tipo «Ponzi», donde supuestamente invertía los fondos de sus clientes en complejas operaciones bursátiles en el mercado de futuros y derivados de los Estados Unidos. No obstante, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) no ha encontrado pruebas de dichas operaciones en la última década. En realidad, los fondos habrían sido desviados y utilizados para cubrir los pagos de otros inversores, sin generar las rentas prometidas.
Las primeras denuncias por estafa comenzaron a llegar inmediatamente después del colapso financiero de Herrera. Sin embargo, debido a que muchas de las inversiones fueron realizadas en «negro» y sin documentación formal, muchas de las víctimas no pudieron presentar pruebas de la transacción ante la justicia. Esto permitió que los fraudes se acumularan rápidamente, y hoy se estima que las pérdidas ascienden a más de 30 millones de dólares.
Imputaciones y proceso judicial
Luis Herrera, sus hijos Ignacio y Diego, y varios de sus colaboradores han sido imputados por administración fraudulenta, y aunque en un primer momento pudieron seguir el proceso en libertad, las nuevas pruebas obtenidas por los fiscales han acelerado el curso del caso. Se espera que el inicio del juicio penal no tarde en concretarse, dada la gravedad de las imputaciones y el creciente número de denuncias.
En su momento, Herrera fue considerado uno de los financistas más prominentes de Rosario, llegando a presidir el Mercado de Futuros de Rosario (Rofex). Sin embargo, su caída se convirtió en uno de los mayores escándalos financieros de la región, afectando no solo a pequeños ahorristas, sino también a una amplia clientela de inversores que confiaron en su palabra y en sus promesas de grandes rendimientos.
Un caso que sigue generando repercusiones
La detención de Herrera y sus hijos marca un nuevo capítulo en la investigación, pero el caso sigue siendo un tema de debate en la ciudad. Las víctimas del fraude continúan luchando por recuperar sus ahorros, y la justicia avanza con cautela, pero con firmeza, para llevar a los responsables ante los tribunales.
Mientras tanto, el fiscal Moreno y su equipo preparan nuevas acusaciones, que podrían ampliar aún más las imputaciones y dar paso a un juicio que promete ser uno de los más relevantes en la historia judicial de Rosario.
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