El carnaval y la cuaresma: un tiempo de reflexión y gracia

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En una edición especial del programa radial Honrar la Vida,  Miriam Cosenza entrevistó a la hermana Adelaida Ferreira, religiosa franciscana y representante legal del Colegio Santa Rosa de Viterbo en San Lorenzo. La conversación se centró en la profunda conexión entre dos momentos significativos del calendario cristiano: el Carnaval y la Cuaresma.

La hermana Ferreira inició explicando cómo, en este período del año, coinciden dos celebraciones de naturaleza diferente pero complementarias. Por un lado, el Carnaval, una festividad popular que tiene sus raíces en antiguas celebraciones paganas, y por otro, la Cuaresma, un tiempo de penitencia y reflexión cristiana que comienza con el Miércoles de Ceniza. Según la religiosa, el Carnaval tiene una historia de más de 5,000 años, y en sus orígenes, aunque con un tinte religioso, se consideraba un tiempo de desbordante alegría y festejo, justo antes de la llegada de la cuaresma.

La hermana explicó que, tradicionalmente, el Carnaval servía como una preparación para los 40 días de Cuaresma, un tiempo que rememora el ayuno y la penitencia de Cristo en el desierto. “El Carnaval es un momento en que el cristianismo permitía un desahogo festivo, una liberación, para luego entrar en el tiempo de reflexión, oración y solidaridad que la Cuaresma trae consigo”, expresó Ferreira.

El Miércoles de Ceniza, según la religiosa, es una invitación a recordar nuestra fragilidad humana, ya que la ceniza que se impone en la frente es un símbolo de nuestra mortalidad. “Nacemos del polvo y al polvo volvemos”, recordó la hermana, destacando que este es un momento clave para reconciliarse con Dios y con uno mismo, para prepararse espiritualmente hacia la Pascua.

A lo largo de la entrevista, Ferreira subrayó que la Cuaresma no debe verse solo como un tiempo de sacrificio, sino como una oportunidad para acercarse a Dios con amor y esperanza. «El sacrificio es solo una parte. Lo más importante es la gracia, el perdón y la misericordia de Cristo», explicó. Para ella, la Cuaresma es un camino de gracia, un tiempo para renovar nuestra relación con Dios, alejándonos del pecado y abriéndonos a su amor misericordioso.

Este año, la Iglesia Católica celebra un Jubileo especial titulado «Peregrinos de la Esperanza», que invita a los fieles a caminar juntos, como comunidad, en solidaridad con los más necesitados, los huérfanos y las viudas. «Es un tiempo donde se nos invita a mirar con esperanza, a caminar como peregrinos, no solos, sino acompañados por Cristo, quien nos ofrece esa esperanza y misericordia», reflexionó la hermana.

La hermana Adelaida también destacó la importancia del sacramento de la reconciliación en este tiempo, indicando que la Cuaresma es el momento propicio para recibir el perdón divino y renovar el compromiso de vivir con esperanza y amor, tanto hacia Dios como hacia el prójimo.

Con una mirada puesta en la Cruz, la hermana  finalizó su mensaje, recordando que la Pascua es la meta de este camino de conversión y reflexión. «Este es el tiempo para vivir la misericordia de Dios, que nos ofrece la gracia infinita para sanar nuestras heridas y caminar con esperanza», concluyó.

La conversación concluyó con un agradecimiento de Miriam Cosenza, quien destacó la luminosidad y la paz que la hermana transmite con su misión. “Esa es la verdadera manera de honrar la vida”, afirmó , subrayando el impacto del amor cristiano en la vida cotidiana.

La reflexión de la hermana Ferreira es un recordatorio de que, en medio de las celebraciones y la alegría del Carnaval, siempre hay un espacio para la reflexión profunda, el arrepentimiento y la reconciliación con Dios. Y así, la Cuaresma se convierte en un tiempo de gracia, esperanza y renovación para todos los cristianos.

 

entrevista completa:

 

 

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