
Este año, el Jardín Maternal Casa de Cuentos celebra un hito muy especial: sus 25 años de compromiso con la educación infantil. En el programa Honrar la Vida, Miriam Cosenza entrevistó a Priscila y Mariana, dos maestras que han sido parte fundamental de esta hermosa trayectoria educativa, donde los más pequeños dan sus primeros pasos en el mundo del conocimiento, la inclusión y los valores.
Mariana Ávalos, fundadora y directora del jardín, recordó los inicios del proyecto en el año 2000, cuando decidió abrir un espacio de cuidado y aprendizaje para niños desde cero hasta cuatro años. “Fue una experiencia muy linda, especialmente porque en ese momento no había muchos jardines maternales en la zona”, comentó con emoción. Mariana relató que comenzó en una pequeña casa en la calle Urquiza, y con el tiempo, el jardín fue creciendo, mudándose a diferentes ubicaciones hasta llegar al actual emplazamiento en General López 1149, donde continúa brindando su servicio a la comunidad.
Por su parte, Priscila, docente que trabaja con los más grandes del jardín, compartió su experiencia en la enseñanza a los niños de tres y cuatro años. “Es un compromiso no solo con los niños, sino también con las familias. Cada fin de año, agradezco profundamente a los padres por permitirme ser parte del desarrollo de sus hijos, aunque sea por un pequeño tiempo”, expresó Priscila, quien destacó la importancia de la formación continua. «Nos capacitamos constantemente para ofrecer a los niños herramientas más completas y poder brindarles un servicio de calidad”, explicó.
El jardín no solo es un lugar de juego, como muchas veces se percibe erróneamente, sino que es un espacio educativo donde se refuerzan valores fundamentales como el respeto, la inclusión y la solidaridad. “A través del juego, trabajamos en la inclusión y la discapacidad, planificando actividades que permitan que todos los niños, sin importar sus capacidades, puedan participar activamente», añadió Priscila.
Mariana también destacó la relevancia de estos 25 años, reflexionando sobre su vocación de toda la vida. “Desde pequeña supe que quería ser maestra jardinera, y esa vocación nunca cambió. La clave está en la vocación y el amor por lo que uno hace, más allá de las dificultades que puedan surgir”, sostuvo la fundadora del jardín, quien mencionó que ser docente implica mucha responsabilidad, paciencia y una profunda comunicación con las familias.
A lo largo de los años, el Jardín Maternal Casa de Cuentos ha sido un referente para muchas familias de la zona. En su reciente aniversario, Mariana se mostró agradecida por la confianza depositada en el jardín. “Es un trabajo que requiere mucho amor, dedicación y también la capacidad de entender y apoyar a las familias que dejan a sus niños en nuestras manos”, destacó.
El jardín, además de su compromiso con la educación, ofrece un horario flexible, adaptado a las necesidades de los padres que deben trabajar. Con turnos de mañana y tarde, el jardín busca acompañar a las familias brindando un espacio seguro y educativo para los más pequeños.
Finalmente, Mariana y Priscila invitaron a las familias interesadas en inscribir a sus hijos a comunicarse a través de las redes sociales del jardín, donde pueden conocer más sobre las actividades y la dinámica educativa que ofrece el centro.
Con 25 años de historia, el Jardín Maternal Casa de Cuentos sigue siendo un lugar donde la educación, el cariño y la vocación se combinan para dar forma a las futuras generaciones.
¡Felicidades por estos 25 años de amor y dedicación, y que vengan muchos más!

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