Casa Bureu celebró sus 100 años con emoción, familia y comunidad. Un legado que sigue creciendo en el corazón de Rosario.
Con profunda emoción y rodeados de afecto, los dueños de Casa Bureu celebraron el centenario de la empresa que ya es parte del corazón de Rosario.
El festejo, cargado de recuerdos, agradecimientos y miradas al futuro, reunió a proveedores, clientes, empleados, amigos y, sobre todo, a la familia que sostiene este proyecto hace generaciones.
«Nos estamos consolidando como empresa y como familia», expresó uno de sus dueños, entre palabras entrecortadas y abrazos sinceros. Agradeció especialmente a sus tres hijos —a quienes llamó cariñosamente “mis tres indios”—, a su compañera de vida con quien comparte este camino hace 38 años, y a quienes acompañan el crecimiento del negocio día a día.
Casa Bureu no solo es una empresa comercial. Es una historia de trabajo honesto, de compromiso comunitario y de sueños cumplidos. Su presencia en la plaza de Rosario sigue creciendo, abriéndose a nuevas unidades de negocio y fortaleciendo vínculos construidos a lo largo del tiempo.
«Gracias por permitirnos seguir soñando con todo lo que está por venir», dijeron emocionados, dejando en claro que este aniversario no es un cierre, sino el inicio de un nuevo capítulo.
Con una celebración cálida y familiar, quedó claro que Casa Bureu es mucho más que un comercio: es un legado que sigue vivo en cada persona que forma parte de él.
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