
En un giro significativo en el caso de Sofía Delgado, la joven de 20 años que había sido reportada como desaparecida el 30 de octubre, la Policía de Investigaciones (PDI) logró encontrar su cuerpo en la madrugada de este viernes. El hallazgo se produjo tras la confesión de uno de los detenidos, quien proporcionó la información clave que permitió localizar el cadáver en un camino rural cercano a la localidad de Ricardone, en la provincia de Santa Fe.
El jefe de la PDI, Natalio Marciani, confirmó que el cuerpo de Sofía fue encontrado dentro de una bolsa de materiales para la construcción, cubierto por un aislante térmico. La joven estaba vestida, atada de pies y manos, y el cadáver se encontraba en un avanzado estado de putrefacción. A simple vista no se observaron lesiones, aunque se espera que la autopsia determine las causas exactas de su muerte y el tiempo que transcurrió desde su fallecimiento.
«Todos nos hace presumir que la muerte fue cercana al día de la desaparición», señaló Marciani, quien agregó que, aunque aún se están analizando diversas pruebas, el caso avanza hacia su esclarecimiento.
El hallazgo se produjo gracias a la colaboración de uno de los cinco detenidos en los últimos allanamientos, quienes están relacionados entre sí y con la víctima. Según Marciani, cada uno de los detenidos cumplió un rol específico en el crimen. «Lo que podemos adelantar a la Fiscalía es que el vínculo entre los detenidos y la víctima es estrecho, pero no vamos a entorpecer la investigación anticipando detalles», sostuvo.
En paralelo, el jefe de la Unidad Regional de San Lorenzo, Gustavo Rapuzzi, detalló que el auto secuestrado en uno de los allanamientos fue registrado por cámaras de seguridad cercanas a la casa de Sofía, lo que sugiere que el vehículo estuvo vinculado al caso. Aunque no se puede confirmar que la joven estuviera dentro del automóvil, las pericias en curso, como una prueba de luminol que detectó manchas de sangre en el baúl, podrían arrojar más pistas.
Asimismo, se descubrió una campera escondida entre sábanas en una vivienda de Hipólito Yrigoyen al 2700, en la que residía la madre del principal sospechoso. Aunque aún no se ha confirmado si la prenda pertenecía a Sofía, las manchas de sangre encontradas en la campera están siendo analizadas para determinar si corresponden a la joven y, en caso afirmativo, se compararán con muestras de los familiares de la víctima.
Por otro lado, Rapuzzi destacó que el lugar exacto donde se produjo el femicidio sigue siendo incierto. A pesar de las pruebas recolectadas, no se ha podido confirmar que el crimen haya ocurrido en alguno de los domicilios allanados ni en el taller donde se encontraba el vehículo. «Presumimos que ahí (en la casa de Yrigoyen al 2700) no fue el crimen, pero todo sigue sujeto a investigación», precisó.
En cuanto al taller, Rapuzzi mencionó que se encuentra en una zona vinculada a denuncias de narcomenudeo. «La semana pasada se allanó un búnker muy cercano a ese lugar, pero sabemos que cuando destruimos uno, inmediatamente aparece otro», lamentó.
El caso sigue siendo investigado con profundidad, y las autoridades piden prudencia antes de adelantar más detalles, ya que aún hay muchas incógnitas por resolver. Mientras tanto, la comunidad y la familia de Sofía continúan esperando justicia por el brutal crimen de la joven.
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